¿Es el pan integral que compramos realmente integral?. Pues en la mayoría de casos no lo es, pero esto se va a acabar porque el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente prepara una nueva norma que hará que todo lo integral por fin lo sea.
Hasta ahora estamos comprando pan denominado integral aunque tenga una mínima cantidad de harina integral y en su mayoría esté compuesto por harina refinada, incluso algunos productos integrales se elaboran con harina refinada a la cual se la añade un poco de salvado aumentando así la fibra.
No es lo mismo un alimento rico en fibra, que es aquel que tiene más de 3g de fibra por cada 100 g de producto, que uno integral, que es aquel compuesto por el cereal completo y cuyos beneficios son variados:
- Nos saciaría más
- No se elevaría tanto la glucemia en sangre
- Reduciría el tiempo que otros compuestos indeseables están en contacto con el organismo.
- Contribuye a un mejor tránsito intestinal
- Provee a nuestra microbiota de nutrientes y favorece su crecimiento.
Para comprobar que un alimento es integral debemos mirar el listado de ingredientes y comprobar que «harina integral» aparece en primer lugar, eso nos indicará que es su componente mayoritario.
Aquí os dejo un artículo en el que se habla de la nueva norma
https://elpais.com/elpais/2018/02/22/buenavida/1519317833_625490.html