Con la llegada del calor hay que prestar una especial atención a la hidratación y sobre todo en aquellos colectivos de mayor riesgo, como pueden ser los niños y las personas mayores, ya que ellos pueden tener el reflejo de la sed alterado.

Para saber si estamos bien hidratados  hay algunos trucos muy fáciles como es poniendo a prueba nuestra turgencia cutánea: pellizcando el dorso de la mano y observando la reacción de nuestra piel. Si vuelve rápido a la normalidad, es que estamos bien hidratados y, si no, es que necesitamos beber más agua. Además del método propuesto de observar si el pliegue en la piel desaparece lentamente, ojos hundidos, lagrimas ausentes, boca y lengua seca son otros síntomas de deshidratación.

Beber agua no tiene por qué ser la única manera de mantenernos hidratados, hay otras opciones que, siempre que no incluyan otros ingredientes que las hagan menos sanas, como el azúcar o el cacao (azucarado), son igual de válidas, como puede ser en forma de infusión, café, zumo de fruta

Aquí os dejo el enlace del artículo en el que he colaborado

http://www.lavanguardia.com/vivo/20180611/4524954907/como-saber-bebiendo-suficiente-agua.html

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