En el colegio de mi hija se va a realizar una actividad consistente en pasar 2 días en un camping en el que podrán disfrutar de muchas y diversas actividades, como nos pareció muy buena idea, acudimos a la primera reunión con la empresa que lo organiza.
Mi hija es alérgica a la proteína de la leche de la vaca y al huevo y son alergias severas por lo que en la reunión preguntamos si la empresa tenía dietista y si estaban formados para utilizar una inyección de adrenalina que nosotros le proporcionariamos, a lo que contestaron que si. Como no nos quedamos muy tranquilos ante las explicaciones, decidimos volver a ponernos en contacto con la persona encargada y plantearle las mismas cuestiones. Esta segunda vez ya nos dijo que los menús no estaban elaborados por ningún dietista, pero que no había problema porque en el camping llevaban mucho tiempo haciendo este tipo de campamentos y habían hecho menús para muchos tipos de alergias, lo cual acabó de horrorizarme aun más.
Es decir, que debo confiarle la vida de mi hija a unos cocineros que llevan cocinando para alérgicos mucho tiempo pero que no tienen formación y a los que ningún profesional de la nutrición supervisa. Como habréis adivinado mi hija no va a asistir al campamento. Pero no solo me parece muy grave que esta empresa (y no solo esta) esté dispuesta a hacerse cargo de la alimentación de niños a los que puede causar problemas muy pero que muy graves, sino que no haya una legislación que les obligue a contar con dietistas-nutricionistas para la elaboración y supervisión de los menús y de este modo proteger a niños alérgicos.