Hoy os voy a recomendar una nueva colaboración con La Vanguardia, en este caso hablamos de la obesidad en los niños y la responsabilidad que de ella tiene sus padres.
En los casos en que tanto padres como hijos son obesos puede existir un factor genético que predisponga a ello, pero ese factor por si solo no convierte a padres e hijos en obesos sino que puede ayudar al principal detonante que siempre es conductual, en estos casos una mala alimentación.
Está claro que las decisiones de los padres afectan los hábitos alimenticios de los hijos. En una casa en la que nunca se come ensalada es muy difícil que el niño la acepte en el comedor escolar por ejemplo. Un niño que está acostumbrado a desayunar o merendar galletas, bollería etc y no recibe una educación nutricional, suele tender a hacerlo de adulto y además no suele ser consciente de que no son alimentos sanos (en lo cual influye mucho la publicidad)
La principal decisión de los padres es guiar a sus hijos hacia el consumo de alimentos sanos. ¿Y cuales son?, pues frutas, verduras, legumbres, pescado, carne magra, cereales integrales, frutos secos, lácteos. Y lo que no deberían de hacer es guiar a sus hijos hacia el consumo de ultraprocesados, bollería, galletas, alimentos azucarados etc
Estas decisiones marcan la diferencia desde muy temprana edad. Por ejemplo si tu acostumbras a tu hijo a consumir un yogur con leche de continuación y azúcar (mucho azúcar), estás habituando el paladar de ese bebé a los alimentos azucarados por lo que tenderá a rechazar los que no lo son.
Quiero aprovechar para dar las gracias a la Vanguardia por seguir tratando temas de alimentación y salud y por seguir contando conmigo para colaborar en ellos
Aquí os dejo el último artículo en el que he colaborado. Espero que os guste
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